¿Qué hay en un nombre? Oh, Flying Circus. Aunque tuvieses otro nombre, lo que llamamos Flying Circus sería igualmente una bicicleta diseñada para ciclistas cuyo amor por la suciedad se combina con la afinidad por el aire. Con una geometría perfectamente equilibrada tanto para tierra firme como para la ingravidez que la sobrevuela, es una tipa dura. Saltar, esprintar, embarrarse, volar… se lo tomará todo a su ritmo. Porque dos ruedas pueden salir volando…
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